Chile determinó su independencia de la Corona española, pero demoró en resolver su organización institucional. Una serie de intentos frustrados y fracasados provocó incertidumbre y desorden. La solución tras esa situación y una guerra civil correspondió a un comerciante, Diego Portales. Osada, y desde una visión pragmática y autoritaria, impulsó la Constitución de 1833 y un orden centralizado que otorgó estabilidad tras la independencia. Su legado, aunque polémico, con luces y sombras que le costaron la vida, organizó la República y sentó las bases del Estado moderno en Chile.
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