Propiciar el desarrollo del pensamiento crítico y de la comunicación efectiva como habilidades personales y profesionales del siglo XXI, a través del uso de recursos y de estrategias que permitan generar espacios de reflexión y de diálogo en instancias cotidianas, educativas y laborales, que fomenten y gatillen el aprendizaje basado en el pensamiento.
Profesionales de la educación, profesionales/trabajadores que se desempeñen en bibliotecas públicas y Centros de Recursos para el Aprendizaje (CRA); mediadores/as de lectura en general (actores, dramaturgos, periodistas, escritores, narradores orales o cuentacuentos y cluberos), entre otras carreras y/o profesiones afines.